El líder de la candidatura «+ FAD», José María Milá, explica en esta entrevista los objetivos de su propuesta y cómo quisiera que fuera el FAD.
Se autodefine como editor de diseño y cuenta con una larga trayectoria en empresas de mobiliario. El candidato a presidente del FAD, José María Milà, apuesta por una candidatura con reconocidos nombres de la sociedad civil catalana. Quieren hacer crecer el FAD en número de socios y asociaciones, hacer alianzas con otras instituciones y eventos de ciudad internacionales y estar más presentes en otros territorios, especialmente en Europa.
¿Cómo ves el sector del diseño, las artes y la cultura en general en Barcelona en la actualidad y qué se debería hacer para impulsarlo?
Como cultural, desde un punto de vista amplio, creo que estamos muy bien. Y desde el punto de vista del diseño, ésta es una ciudad que tiene una oferta de diseño y de escuelas de diseño espectacular. Para nosotros justamente el FAD es un aglutinador y la intención de nuestra candidatura es que el FAD sea una entidad que colabore con otras muchas de todo el estado, y especialmente el Ayuntamiento. Por otro lado, desde el punto de vista de atracción turística, Barcelona tiene un éxito brutal y si conseguimos un turismo de mayor calidad, de la mano de la cultura, nos irá mucho mejor.
¿Qué papel ha de tener el FAD en este contexto?
Si repasamos sus 120 años de historia, el FAD ha tenido en algunos momentos un importante protagonismo. Yo creo que debería volver a estar en primera línea, es decir, que el FAD debe ser capaz de generar opinión y de tener influencia desde la sociedad civil. Esto para nosotros es importantísimo. El FAD es un actor más, uno más en 120 años de historia, que puede contribuir al éxito de la ciudad.
¿Cómo proyectarías al FAD y a sus miembros a nivel nacional e internacional?
Esta junta que ahora termina, la de Jordi Montaña, ha puesto los cimientos de unos proyectos que, por sí mismos, son internacionales. Desde nuestra candidatura queremos que el FAD sea un espacio al que ir para que ocurran cosas permanentemente. También creemos que el FAD podría intervenir en otros eventos de ciudad internacionales, como la Bienal de Pensamiento, el Primavera Sound, o conjuntamente con el CCCB, participando en la reflexión sobre la ciudad, no sólo sobre diseño o urbanismo. El FAD debería poder decir con voz muy alta, y que se le escuchara, qué significa modificar, como estamos modificando ahora, el plan urbanístico Cerdà. Tiene toda la lógica del mundo pensar que debemos sacar los coches de la ciudad, pero debemos hacerlo a favor de los ciudadanos, y ahora parece que estemos haciendo un pulso entre el gobierno y los ciudadanos. Yo creo que en el FAD deberíamos ser capaces de llevar a cabo una reflexión seria, profunda, que después se puede ofrecer al Ayuntamiento o a la sociedad. Entiendo que éste es un tema que trasciende a cuatro años de una legislatura, pero lo que estamos intentando crear queremos que tenga una proyección mucho más allá de cuatro años.
¿Cómo valoras el trabajo realizado en los últimos años en el FAD? ¿Qué líneas de actuación crees que valdría la pena continuar trabajando y qué abordarías de forma diferente?
Estos últimos cuatro años han sido duros, muy duros. Porque sufrir estos dos años y medio de pandemia ha sido muy difícil. Pero aun así se ha conseguido hacer entrega de premios o poner en marcha relaciones institucionales muy profundas, como el proyecto que estamos desarrollando con Fira de Barcelona para hacer un evento internacional muy potente e interesante. También estamos a punto de firmar un acuerdo con Forment del Treball, que es una entidad de 250 años que tiene en su seno a los empresarios de Catalunya. No saben que es el FAD, pero estamos condenados a entendernos con los empresarios.
Sinceramente quisiera dedicar un aplauso a todos los que trabajan en el seno del FAD, sea en las asociaciones o en FAD directamente, y a la junta saliente, porque pienso que el trabajo realizado ha sido muy importante, con un final algo triste, desde el mío punto de vista, porque hemos sido contestados por algunos miembros de las asociaciones. Creo que algo no hemos hecho bien, pero también nos ha servido para realizar una revisión de la relación que debemos tener entre todos. Lo que deberíamos hacer diferente es que no se vuelva a repetir lo que desde hace demasiado tiempo ocurre en el seno del FAD. Todo el mundo que entra nuevo descubre al FAD, y dice “ah, el FAD es esto y las asociaciones son aquello”. Porque el FAD es una especie de bolsa común que no acaba de entenderse, y eso nos ha llevado a tensiones permanentes. Juli Capella, en el libro del centenario del FAD, hace un prólogo y ya habla de las tensiones que ha sufrido él en tanto que presidente con las asociaciones, y dice que quizás son lo mejor que tiene el FAD, porque lo mantiene vivo, permanentemente vivo, permanentemente en revisión de lo que hace. Pero quizá deberíamos modificar algo de esta relación que ha llegado a tensiones excesivas, desde siempre, y que quita energía a todo el mundo.
¿Qué objetivos querrías que el FAD lograra en los próximos años y cómo los llevarías a cabo?
Debemos ser capaces de verdad de ser más europeos. Que Italia, por ejemplo, entre en el FAD, que tengamos más presentes a los premios ADI italianos, y que ellos tengan más presentes a nuestros premios ADI, por ejemplo. Tenemos opciones de llegar a ese punto. También queremos, como ya he explicado antes, poner en marcha proyectos con otras entidades y que sean un éxito internacional. Quisiéramos que nuestras asociaciones internas sean más, no sólo las actuales, sino que acabáramos el mandato con dos o tres asociaciones o secciones más. ¿Por qué no el mundo de la fotografía puede mirar al FAD como un espacio interesante para ellos? ¿Por qué no el sector de los videojuegos, este mundo de creatividad vinculado a tantas actividades profesionales, no nos mira como espacio de interés? Sí creciéramos en este sentido sería un éxito espectacular. Creo que el FAD ha sido un espacio de cobertura de muchas asociaciones en momentos políticos muy complicados, pero ahora cualquiera puede montar una asociación. Lo que queremos es que todo el mundo vea que el FAD es un espacio que tiene sentido y que aporta.
Pensad que nuestra candidatura se llama + FAD. + FAD significa el FAD existe y debemos multiplicarlo, hay que sumarnos y multiplicarnos. En nuestra candidatura hemos incorporado, con toda la intención, a Jesús San Vicente, que es un arquitecto de Madrid. Algunos de los actuales socios de Madrid nos miran desde demasiado lejos, y es una lástima, porque en otros momentos hemos estado mucho más cerca. Yo creo que estaría muy bien que el FAD, aunque es de Barcelona, tenga una mirada muy amplia hacia otros territorios.
Por último, queremos volver a dar los Premios FAD Sebastià Gasch, porque son una iniciativa culturalmente muy amplia, son lo más FAD que tiene el FAD. Porque en el mundo del teatro y en el parateatral se trabaja con todas las actividades profesionales que existen en el seno del FAD: el diseño gráfico, el diseño de interiores, el de espacios efímeros, el diseño de vestuario, etc . Los premiados los recibían con una ilusión bestial, y eso ahora no lo tenemos, debemos recuperarlo, porque además genera muy buen rollo.
¿Cuál es vuestra propuesta de encaje organizativo entre asociaciones, secciones y FAD?
Con la junta de Nani Marquina, durante los cuatro años anteriores a esta legislatura, ella se planteó un tema que ya se arrastraba desde hacía mucho tiempo y si volvemos al libro del centenario del FAD aparece que en algún momento ya se habían intentado racionalizar las relaciones administrativas entre FAD y asociaciones, porque se repetían trabajos y éramos poco eficientes. Yo pienso que eso que en la junta de Nani Marquina le llamamos TransFAD es un tema para revisar y recuperar, porque es una idea inteligente, significa trabajar de forma que lo que hagan unos permita que otros se dediquen a una mayor aportación de valor por sus asociados y desde la centralidad, llámale FAD, suplir ese trabajo que se repite siempre en cada una de las asociaciones. La sección MODA-FAD, que era una asociación que cerró y ha vuelto a surgir en tanto que sección, encabezada por Núria Mora, que está en nuestra candidatura, funciona con esta lógica, y sólo deben trabajar para dar valor a sus asociados. Yo creo que esto podría ser un gran éxito del FAD, un espacio que sea capaz de decir al mundo las cosas que quiere decir en tanto que es capaz de ayudar a las asociaciones a vivir mejor, vivir dedicados sólo a aportar valor, no a gestionar.
¿Nos podrías explicar brevemente el perfil de la junta que te acompaña?
Somos gente muy distinta y ha sido muy fácil de crear. Màrius Carol, un periodista que no descubriremos ahora porque es quien es, muy interesado desde siempre por el mundo del diseño y que está entusiasmado en pensar que podemos recuperar esa idea de la sociedad civil en las entidades. Después tenemos a Sara Puig, presidenta de la Fundació Miró, que nos aporta una mirada desde el mundo de la cultura y del arte. Hay gente joven del mundo de la empresa, no de aquí, sino de fuera, como Marc Banzo, que viene de una empresa familiar fabricante de muebles en Lleida. También tenemos a Cristina Calvet, una abogado especializada en propiedad intelectual y gestión empresarial, que significará una ayuda inestimable desde dentro de la junta para afrontar los retos que tenemos por delante. Hemos incluido a gente del mundo de la creatividad, como Jordi Aguilar, un experto en en marcas. Isabel Guardans, que vive en Italia, y se dedica al mundo de la moda y la comunicación. Ella tiene una experiencia en Italia espectacular: cogió a una pequeña asociación de fotógrafos y en 15 años han conseguido tener 75.000 socios. Yo, esta experiencia, la quiero repetir aquí. En definitiva, tenemos una candidatura muy amplia, muy abierta, con mucha experiencia, con gente muy diversa. Igual de entrada nos faltaría un poco de sangre más joven, pero la iremos incorporando, porque tienen otra forma de pensar.
¿Por qué crees que los socios y socias tendrían que votar tu candidatura?
Por ambición. Tenemos una candidatura con la ambición de agrandar el FAD. El concepto + FAD lo tenemos muy claro, o hacemos más FAD o el FAD desaparece. Es decir, lo que queremos es crecer, crecer en asociaciones o secciones, crecer en asociados, crecer en actividades, crecer en mercado, ir al mercado español y europeo. Si lo que quieren los socios y las socias es ir por este camino, que nos voten.