El jurado reconoce su innovadora investigación en metodologías artesanales, experimentales y sostenibles aplicadas al diseño de calzado y recogidas en el libro «Práctica».
Si visitáramos el estudio de Sara González de Ubieta sin conocer lo que hace, seguramente nos sería difícil identificar su práctica. Las hormas de zapato apuntarían hacia el diseño de calzado, pero la diversidad de materiales nos haría pensar en el arte contemporáneo, las fibras de tejidos diversos nos despistarían hacia la artesanía textil y las plantaciones del hongo scoby, junto con las raíces de la planta Dichondra repens y el musgo, nos acabarían de perder del todo. Por eso «Práctica», el título del libro que recoge las investigaciones en el ámbito del diseño de calzado y que le ha valido el Premio Ciudad de Barcelona de Diseño 2019, no podría ser más pertinente. Y es que la práctica de Sara González de Ubieta es una práctica abierta, libre y cros-disciplinar y, como tal, conecta 100% con una concepción contemporánea del diseño como herramienta para resolver problemas.
Los problemas, para ella, están claros: el diseño de calzado tradicional, basado en el patronaje y un gran uso de pieles y de materiales sintéticos nocivos para el planeta, no es sostenible y esto tiene que cambiar, sobre todo si somos conscientes de la cantidad de materiales de los que disponemos y el potencial del material de desecho. Arquitecta de formación y experimentadora como pocas, de Ubieta adquirió conocimientos en artesanía aplicada al calzado y se vertió a ello desde una predilección por los materiales no convencionales, sostenibles, a menudo de deshecho y, a veces, vivos. Esta investigación la ha llevado a abrir caminos donde no los había, como destaca el acta del jurado del premio «replanteando formalmente no solo el concepto clásico de la zapatería, sino su interacción con la artesanía local».
De Ubieta es una artesana experta en cocinar materiales y «Práctica» parece su libro de recetas, un repaso de todos sus experimentos diseñado por María Pérez Trillo, con fotografías de Rafa Castells, resúmenes de sus talleres y crónicas de sus colaboraciones con profesionales como Andrea Viêntëc, Ariadna Parreu, Judit Urgellés, Oscar Tomico, Guillermo Orjales y Noela Covelo. El resultado de cada receta, más allá del uso más o menos práctico de cada zapato, entra en el territorio del arte. Cada pieza de calzado es una escultura que parte del pie como molde, que es fruto de la práctica y que hace reflexionar sobre la agencia de los materiales. Por eso, no es extraño que el libro sea un encargo del escultor David Bestué para la colección «Pasarela» de Puente Editores, una editorial independiente dedicada a temas de arquitectura y arte contemporáneo.
Desde el FAD, celebramos especialmente este reconocimiento porque conocemos la práctica de Sara de cerca, no solo por su trabajo innovador sobre diseño de calzado, sino por su trabajo como secretaria de A-FAD, desde donde ha liderado proyectos igual de innovadores en su ámbito. Sin duda, el diseño que atraviesa fronteras disciplinares es el diseño que tiene más impacto para una ciudad y, por ello, el premio ciudad de Barcelona de este año no podía ser más merecido. ¡Felicidades, Sara!