Hablamos con Mireia Panisello, la estudiante de moda ganadora del Premio Modafad a la mejor colección de moda sostenible.
El movimiento internacional Fridays for Future, las manifestaciones de Extinction Rebellion o iniciativas sectoriales como Fashion Revolution en el mundo de la moda ponen de manifiesto que para las nuevas generaciones, la sostenibilidad no es una opción sino un tema de supervivencia. Hablamos con Mireia Panisello, estudiante de tercero del grado de moda de Bau y ganadora del Premio MODA-FAD a la mejor colección de moda sostenible, galardón patrocinado por el centro comercial Glòries.
Una de las claves de tu colección es hacer visible y concienciar al consumidor de la cantidad de residuo que genera la producción de una pieza. ¿Cómo surgió la idea y cómo decidiste darle forma?
La idea surgió a partir del planteamiento de desarrollar un proyecto de moda de residuo cero. Tras contemplar varias posibilidades para generar un proceso en el cual no se generara ningún tipo de desechos, me di cuenta de que estaba ofreciendo un producto sostenible, pero que continuaba haciendo invisible la problemática por eliminación. Esto sumado a mi desconocimiento acerca de economías de la producción me hizo pensar en un proyecto en donde el foco de atención quedara desplazado del proceso y la materia prima a la generación de conciencia, es decir, el hacer visible el problema.
Soy consciente de que las grandes empresas son muy responsables del panorama en el que se encuentra la moda hoy, pero no hay que obviar el papel del consumidor, el cual tiene el poder real de ir accionando un cambio con sus pequeñas acciones diarias. Desde mis posibilidades es imposible plantear cambios en dichas súper estructuras, pero sí que puedo actuar desde mi circuito, apelando directamente a la consciencia de los usuarios.
Tu proyecto destila un fuerte compromiso con la sostenibilidad. ¿Cuáles son tus referentes en la moda en lo que se refiere a la sostenibilidad?
Una de mis grandes referencias entorno al compromiso con la moda sostenible es la iniciativa Fashion Revolution, un movimiento ya a escala global cuya misión es la reunión y colaboración de todos los profesionales que componen la industria de la moda en una dirección alineada con los valores de sostenibilidad, igualdad y dignidad de las personas, que valore la creatividad, el beneficio y el cuidado del medio ambiente en igual medida. Sus iniciativas son ya numerosas a la vez que inspiradoras a la hora de generar proyectos transformadores de conciencias, porque más allá de lo material, eso es lo que realmente mueve a las personas.
Imagino que en el ámbito académico el tema de la sostenibilidad tiene mucho peso, pero en el ámbito profesional e industrial aún queda mucho por hacer. ¿Cuál es tu visión del tema?
Efectivamente. Pienso que en el ámbito industrial todavía queda mucho por hacer. Lo profesional requiere de un compromiso en todos los sentidos, y a pesar que todavía no es la prioridad de la gran mayoría, sí que empieza a ser un requisito pendiente de muchos, que ya es muestra de un cambio de conciencia. Creo también que nos encontramos en un periodo de tránsito generacional, en donde la conciencia sostenible está subiendo, latente, pero todavía por estallar (o eso es lo que me gusta pensar). Pensar en un futuro 100% sostenible es utópico a la vez que puede resultar un poco frustrante, al ver que la progresión es lenta, pero creo que este espacio es una oportunidad para la creación de proyectos que aporten y aceleren el proceso. Lo sostenible no es una tendencia sino un básico.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Todavía estoy en tercero de mi grado en moda. Este ha sido uno de los proyectos que he realizado durante el curso y mis planes a corto plazo son continuar explorando posibles vías de acción en la creación de conciencia sostenible. De cara al proyecto de final de grado, mis expectativas están ahí, en continuar repensando nuestros hábitos de consumo y descubrir qué hilos se pueden tirar para interferir.
¿Qué significa para ti haber recibido este premio y mostrar tus piezas en la exposición?
Para mí es una oportunidad en mayúsculas, el reconocimiento me empuja a continuar aprendiendo y a dotar de sentido mi trabajo. Que este año se premie la iniciativa sostenible tampoco es casual, sino que es muestra también de este cambio generacional, del que estoy muy feliz de ser una de las representantes.