Miguel Milá, modernidad y atemporalidad

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Nos deja Miguel Milá, uno de los grandes diseñadores pioneros que formaron la primera generación de la posguerra en España. 

Son muy pocos los nombres de aquellos jóvenes catalanes pioneros que formaron la primera generación de diseñadores de la postguerra en España y que tuvieron luego una gran influencia en el desarrollo del diseño industrial de este país. Miguel Milá era uno de ellos y nos ha dejado una gran herencia: modernidad y atemporalidad.

Nacido en Barcelona en 1931, Miguel Milá trabajó toda su vida para el buen diseño y pensando en la belleza, la funcionalidad, la simplicidad y la versatilidad de los objetos al punto que la icónica lámpara Cesta creada en 1962, y fabricada posteriormente por Santa & Cole, ha perdurado en el tiempo adaptándose a las tecnologías, pero sin perder la esencia de una luminaria doméstica portátil para ser llevada de un sitio a otro, como si se tratara de una cesta de pic-nic.

La lámpara Cesta nació mientras Miguel Milá trabajaba como interiorista en el despacho que su hermano Alfonso fundó junto a Federico Correa en 1953. Una luminaria que respondía a la búsqueda de una estética nueva y moderna en el mobiliario y los complementos del hábitat, en un momento de crecimiento industrial en el país, conjuntando a la vez el legado del trabajo artesanal y la calidez mediterránea.

En 1956 Miguel Milá había fundado, junto a los arquitectos Francisco Ribas Barangé y Eduardo Pérez Ulibarr, la empresa Trabajos Molestos, más conocida como TRAMO, para experimentar y dar salida a los diseños y muebles que no encajaban en el “sistema industrial” por buscar y proponer un nuevo lenguaje en una disciplina que, por aquel entonces, aún no estaba reconocida en España como disciplina creativa. 

Hoy día podríamos comparar TRAMO a una start-up de autoproducción, eran los makers de los años sesenta, pero a la vez los IKEA nacionales, ya que otras de las piezas más icónicas de Miguel Milá y la primera de la marca TRAMO fue la TMC y TMM, unas lámparas que se comercializaban en su caja plana de cartón para que luego el usuario las pudiera comprar, transportar y montar fácilmente en casa. Apasionado, precursor y personaje muy discreto Miguel Milá fue el representante de un diseño honesto y muy humano. Nada pretencioso.

En la última edición de los Premios ADI 2024 se otorgó un Premio Delta de plata a la luminaria Estadio Singular, reconociendo una vez más el valor de simplificación de una luminaria anterior, herencia de la Barcelona de 1992, y demostrando una vez más la atemporalidad de sus propuestas

Su legado no se queda en el diseño de productos atemporales sino también en la labor de fomento de la cultura del diseño. En 1960 con André Ricard, Antoni de Moragas, Oriol Bohigas o Rafael Marquina fue entre los socios fundadores de ADI, la Asociación de Diseño Industrial del Foment de les Arts Decoratives.

Miguel Milá fue presidente de ADI-FAD durante el período de 1974 a 1976. Su liderazgo en esos años coincidió con una época de transición y cambio en el diseño español, en la que se buscaba establecer un mayor reconocimiento internacional y fortalecer la identidad del diseño industrial en España. Durante su presidencia en ADI-FAD continuó su labor de promoción y apoyo al diseño, manteniendo y consolidando actividades como los Premios Delta y la primera edición de las Medallas ADI.

A lo largo de su carrera, recibió varios premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Diseño en 1987, el prestigioso Compasso d’Oro de ADI Italia, un reconocimiento a su trayectoria profesional y a su contribución a la difusión del diseño español en el extranjero,  en 2008, y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2016. 

Su fallecimiento marca un gran vacío en el panorama actual, pero su influencia perdurará a través de sus creaciones. Cómo asociación nos ha dejado una gran herencia como diseñador, como persona y por ser ejemplo de perseverancia, constancia, disponibilidad, amabilidad, elegancia.

 

Raffaella Perrone
Presidenta de ADI-FAD